viernes, 8 de noviembre de 2013

029 Premio para los sufridores


Ayer en el seminario las neuronas no podían dar a basto con tanta herramienta y luego pasa lo que pasa, que en casa no rendimos.
Para compensar tanto estrés, trajimos unas morcillas que se nos olvidó repartir entre los miembros. (Una para cada uno) 

Las morcillas se encuentran en el frigo del comedor en una preciosa bolsa de congelados de IKEA que hay que devolver a su dueño pese a quien pese. Si hay gente ajena al seminario y no puede pasar sin morcillas que no desespere que la próxima vez que vayamos a Briviesca traeremos para ellos. 

Aquí os dejo unas "pintxos" 



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